miércoles, 17 de noviembre de 2010

Cap. 1
Sábado por la tarde


Me encontraba rumbo a reunirme con mis amigas en un café, el día estaba soleado, muy lindo, camine lo suficiente como para detenerme unos minutos estaba cansada, me arrepentía de no tomar el bus. Pensaba en lo divertido que seria ese encuentro así que me dispuse a caminar. Llegar hay me provoco una sonrisa, sabia que todo seria maravilloso.

Conversamos, hicimos bromas, nos divertimos mucho pero empezaba a caer el sol, me tuve que despedir contra mi voluntad y partir hacia un destino, el cual jamás llegaría hay. El tiempo estaba contra mi, la noche era oscura, jamás me gusto salir sola siempre me dio mucho miedo… Camine y camine casi corría, no podía respirar bien y de pronto me sentí muy mal y en cuestión de segundos me desmaye y perdí el conocimiento.








Desperté en un lugar fantástico, todo era hermoso a pesar de eso sabia correctamente que no era mi hogar, tenia una maravillosa vista donde se apreciaba un lujoso jardín con piscina y cancha de tenis.
En un momento fui presa del miedo, estaba aterrada no sabia en donde me encontraba ni quien me había llevado hay.

De pronto escuche que alguien se acercaba hacia la puerta, al abrirla estaba frente a mi un guapo hombre de alrededor de 30, con rasgos asiáticos, su cara emanaba una especie de amabilidad extraña, era hermoso debo aceptar enseguida me hechizo con su encanto feroz.
 Pronuncio unas palabras exquisitas…

-Buenos días madame, lamento si he llegado a asustarla no fue mi intención, la encontré en medio de la calle ayer. Perdone no me presente, mi nombre es Vince.

Lo mire, -Gracias por auxiliarme, pero he de partir mis padres deben estar angustiados por mi desaparición, ha sido muy amable, no se como pagarle. Soy Victoria

Sonrió exquisitamente y sus palabras salieron de su boca como si cantara una hermosa melodía –No hay de que, no se preocupe… Pero lamentablemente esta lejos de su hogar la llevare al rato, no pretende irse sin comer nada, por favor acompáñeme a desayunar, esa será su paga.

En mi cabeza los pensamientos daban vueltas, era un torbellino no sabia si aceptar o irme de allí. Pero como decir que no cuando me empezaba a obsesionar por ese hombre.

 Yo tan solo era una chica de 14 años en un mundo desconocido pero fascinante.

2 comentarios:

  1. mi dulce y queriida
    escritora
    si q sabes como ser
    una de tamaño magistral
    este primer capitulo
    te quedo maravilloso
    autentico e innegablemente
    interesante
    espero q sigas escribiendo del mismo modo
    deseo conocer mas
    leer mas
    saber un poco mas
    ¿q sorpresa preparas para mi?
    estoy segura q la historia
    seguira como ahora

    Dalia Lestat Pointe Dulac

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