La Realidad del asunto
Me pase años fingiendo ser alguien que no soy, dejándome llevar por apariencias y mentiras, durante mucho tiempo escondí todo mi dolor en mi, ahogándome cada vez mas. Y ahora después de todo, he empezado hacer alguien simple, sencilla y detrás de todo sigo siendo yo Victoria Cecilia Kresnik Tudor, no completa, pero lo más importante aun sigue en pie…
Viernes, El comienzo del fin.
Me plante una meta. Seguir siendo yo, luchando con toda la malicia de mis alrededores, siempre fui traviesa. Ya era hora de empezar mi juego, ahora yo tenía el poder, quería probar si era real que el que juega con fuego se quema…
Fui hasta el despacho de Vince y le dije, que había oído su plan que había realizado para mí, en realidad desde mi nuevo punto de vista me parecía curioso.
-Vince, empecé a involucrarme en tu mundo.. Escuche acerca de ese plan que has realizado para mí. Dime, ¿De que se trata?
-¿Estas jugando?, creí que no te interesaba nada de mi lado oscuro. Me has sorprendido.
-Ya vez, he decidió cambiar de opinión, solo es un riesgo que acepto cumplir. Solo un capricho..-
-Tan fascinante como siempre Victoria. Para ser franco ha surgido un par de problemas con un pueblo vecino, su gobernante se rehúsa a pagar y quiere asesinar a Zen, el dueño de toda la corporación Quan zhu Asian Corporation . Es decir todo lo que nos rodea.-
-¿Hablas de asesinarlo?-
-Si querida-
-No quiero llegar a ese límite, digo, un capricho, no lo puedo hacer, quitarle la vida a alguien no es un trabajo bonito. Es ser asesino a sueldo.
-¿A que te refieres con un capricho? Creías que aquí hacemos tratados de paz, hay trabajos peores. Esto es una simple forma de ganarse la vida, todos en este planeta lo hacen, yo soy tan solo otra victima no inocente…-
-No lo quiero hacer y no puedo, si quiero ganarme la vida estudiando y cerca de toda mi familia Vince, no matando personas. Realmente intento quererte pero eres como todos. Un maldito asesino.- En un tono alto.
-Victoria todos podemos, yo tampoco quería hacerlo, pero lo hago por ti. Desde que perdiste la memoria todo es tan patético, ya no me amas como lo solías hacer antes y ya no eres igual, antes amabas tu trabajo y a mi. Ahora solo me desprecias, no entiendo como cambiaste en tan poco tiempo. Como anhelo el regreso de la vieja Victoria-
-Sabes algo. Desde el día que dijiste que perdí la memoria y era una asesina como tu deje de quererte, y no pude seguirte creyendo Vince todo me parece una mentira. Si me amas Vince dime algo con toda sinceridad.
¿Me raptaste Vince?
-Victoria, que clase de pregunta es esa, nunca lo podría hacer.-
-Si matas personas no puedes raptarme. Dime Vince te lo suplico, di toda la verdad. Yo he tenido recuerdos de una familia reunida y hay estaba yo, también de un día junto a ti en un jardín. Dime Vince por favor.-
-Si, Victoria pero no es como lo imaginas no soy tan egoísta es que es que. Lo siento con el tiempo comprenderás.-
-Eres un maldito egoísta Vince, me alejaste de lo que más quería sin pensar en mí, solo en ti. Nunca te perdonare y juro venganza ya veras, me canse de ser tan tonta, si antes jugabas conmigo ahora me toca a mi jugar contigo maldito desgraciado.-
-Esa no es la Victoria que conozco. Por favor perdóname, juro decirte toda la verdad, te confieso que te secuestre por que me lo ordenaron pero con el paso del tiempo he empezado a amarte de verdad, hago todo lo que puedo por ti, se que soy un poco aburrido y seco pero te amo esa mi verdad, Tu eres mi verdad…si por mi fuera ni yo estuviera aquí pero en cuanto acabe nos iremos y regresaras con tu familia. Lo prometo!-
-Vince tú no lo entiendes por que estas solo y siempre lo estuviste, en lo único que pienso cada maldito momento es en regresar con mi familia. Por favor déjame ir y no diré nada lo juro. Tu amor por mi me tiene cautiva y cada día que pasa voy desvaneciéndome, no quiero seguir así.-
-Ya por favor la culpa se revienta dentro de mi, no sabes como lo siento.-
Ya cállate Vince no sabes como deseo que se mueran tu y tus amigos. No entiendes nada, eres un egoísta.- Lo dije con una lagrima empapándome el rostro.
Vince me amaba, pero su amor me destruía cada vez más.
Jamás había visto un amor tan perjudicante